Dentro de Aleya englobamos una larga lista de opciones de iluminación para escape room y otros efectos que tienen que ver con el sentido de la vista. Ejemplos de esto son las luces estroboscópicas, simulación de fallos de incandescencia o fluorescencia, efectos de llama de vela u hoguera, generación de niebla, etcétera. Estos elementos se pueden integrar con nuestras otras tecnologías, como Moksha (audio), Crocus (aromas) o Leizu (tacto). Un ejemplo sencillo de esta fusión podría ser el de crear una hoguera simulada. Podríamos poner solamente una luz destellante, pero ¿y si además le añadimos sonido de madera crepitar e incluso aroma a humo?
Aleya no solo consiste en colocar estos efectos o luces, sino que además genera secuencias de luces que pueden servir para guiar a los jugadores, formar parte de juegos, simular presencias que se mueven alrededor de la habitación, guiar a los jugadores hacia una zona o hacia un punto Forja (juegos) haciendo que las pistas sean más sutiles e integradas. Como siempre, el límite está en tu imaginación.
El jugador percibe los estímulos visuales con mucha intensidad. Estos provocan cambios rápidos y efectivos en las emociones y son la principal herramienta para interactuar con ellos. La luz (o la ausencia de ella) tiene especial importancia en salas de terror o tensión, donde es clave dosificarla al máximo como si se tratara de un recurso tan precioso como el aire.
Los efectos de iluminación para escape room son, probablemente, los que tienen una mejor proporción coste/impacto, por lo que vas a querer utilizarlos al máximo en tu sala. Que su sencillez no te engañe: una sala con la iluminación correcta es la diferencia entre una experiencia mediocre y una inolvidable.